Prólogo.

Hola, ahora vendría la parte en la que me presento, digo mi nombre y todo eso, pero por razones en las que no quiero salir herido  emocionalmente no lo voy  a hacer. Pero sí os voy a contar que tengo 16 años y mi vida, como la de cualquier chico de mi edad, es complicada. No es que no tenga amigos, porque tengo un par, ni que sea feo ni nada de eso, pero la verdad es que estoy  enamorado de una chica que no me hace ni caso, Carla.  Seguro que pensaréis <<que cursi>>  o << ¿para qué nos cuenta esto?>>. La verdad, yo tampoco lo sé. Supongo que  debe de ser una manera de desahogarme. En realidad no la conozco demasiado, ni ella a mí. Es muy raro porque normalmente para enamorarte de una persona la tienes que conocer.  No es puro físico, no. No soy de esa clase de chicos que se llevan a su casa a la primera tía buena que pasa, ella tiene algo especial, no se, quizás sea su sonrisa. Es alta y tiene un pelo castaño precioso, que resalta sus ojazos color avellana.  La cuestión es que ella nunca se fijará en mí. Paolo siempre me dice que no me rinda, que luche por ella. Claro él lo tiene muy fácil, siempre se liga a todas las chicas. Nacho, mi mejor amigo, y yo  siempre nos preguntamos  que tiene Paolo que no tengamos nosotros. A lo mejor es porque es italiano, y todo el mundo sabe como son los italianos…